Disco duro y SSD. Comparativa

Un SSD es, hablando en términos medios, más de 10 veces más rápido que un disco duro tradicional. Los discos duros mecánicos nunca han llegado a utilizar todo el ancho de banda que es capaz de dar un puerto SATA, puesto que dependen de la velocidad de giro de un motor, en relación al número de sectores por pista del disco, para su máxima transferencia, y a su vez, del tiempo medio que tarda en moverse el cabezal, guiado por una bobina eléctrica y un imán, para localizar en que pista se encuentra la información a leer o escribir. El tiempo que tarda en posicionarse el cabezal se llama tiempo medio de acceso.

Disco mecánico por dentro

Los discos mecánicos, además, son muy sensibles a los golpes, vibraciones y temperaturas elevadas. En la foto podeis ver lo delicado que es un disco mecánico por dentro. El impóluto plato magnético está a micras de distancia de la cabeza de lectura, y cualquier golpe con la cabeza de lectura recorriendo el disco produce deterioros irreparables en la superficie, ocasionando pérdida de datos. Las altas temperaturas deterioran y desgastan antes de la vida programada los materiales de los que está compuesto. Los ejes de giro se ralentizan por el efecto gripado, habeis leido bien, y pierden revoluciones, llegando a desincronizar el funcionamiento, lo que produce mayor lentitud aún

También los SSD presentan problemas, no todo van a ser ventajas. Sus desventajas son el precio, menor capacidad de almacenamiento y la vida de las celdas de memoria. De estos problemas, el precio y la capacidad no son ya lo que eran, y vamos camino de convergencia con los discos mecánicos. Lo de la vida de las celdas es algo inherente al diseño de las mismas. Una memoria flash posee millones y millones de celdas de memoria no volátil. Estas celdas tienen un número máximo de lecturas/escrituras hasta completar su ciclo y morir. La electrónica del disco está programada para optimizar la vida de la memoria, de forma que las celdas que van muriendo se van marcando como usadas y se van sustituyendo por otras. Esto el disco SSD lo hace de forma transparente, y como resultado hace que la vida práctica de un SSD, sin dar problemas, se mida en bastantes años.

Eso si, para que esto funcione de manera óptima, el sistema operativo tiene que poseer compatibilidad con una instrucción de la electrónica del disco, llamada TRIM, que optimiza el empleo del espacio vacío del disco, reduciendo el número de accesos efectivos a las celdas, pero que no cunda el pánico, de Windows 7 en adelante esto funciona de forma nativa. Para Linux desde bastante antes del kernel 4. No es recomendable utilizar SSD para Windows XP o Vista

Con un SSD el tiempo de acceso es despreciable, y la velocidad de transferencia es la máxima de la que sea capaz el puerto SATA del ordenador, puesto que no hay imanes, ni cabezales, ni pistas en un disco movido por un motor. Un SSD está formado por chips de memoria flash, conectados en paralelo. Sabiendo esto, estamos en condiciones de afirmar que es la mejor ampliación o mejora que podemos hacerle a nuestro ordenador.

Una ampliación de la memoria RAM proporciona aceleración al sistema conforme las aplicaciones y el sistema operativo van demandando espacio de trabajo extra, mientras que un SSD acelera el sistema desde el mismo momento del arranque y durante todo el tiempo. Además, en sistemas algo justos de RAM acelera también el swapping de disco.

Desde que los SSD se han venido abaratando, los diseñadores de sistemas operativos van asumiendo su uso en las implementaciones de hardware, y aumentando la carga de accesos a disco, dando cada vez más por hecho que la velocidad de estos dispositivos disminuirá el tiempo necesario para procesar esta carga extra. Dicho de otra forma, los sistemas operativos como Windows 10, cada vez requieren procesadores más potentes para funcionar de manera aceptable con discos duros mecánicos. Más claro: Si queremos seguir utilizando nuestro procesador con varios años bajo Windows 10, y no sufrir ataques de ansiedad mientras cargan las aplicaciones, deberíamos tener un SSD

Es un hecho que los discos duros mecánicos tienden a la desaparición, por lo menos utilizados como disco principal, o de sistema, donde están siendo sustituidos por los SSD, pero aún queda terreno para ellos, allí donde haga falta gran capacidad de almacenamiento, como disco secundario, o de almacenamiento masivo. Para este tipo de uso no es tan importante el tiempo medio de acceso, al ser en general mayor el tamaño de los archivos, y la velocidad de transferencia puede ser elevada, en dispositivos mecánicos caros, aunque no alcance la de los SSD.

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